El perpetuo día
Se abrasa
En perpetua noche
Aletea de azul la
espuma en sus redes
Se abre un cielo
Respirando
Duerme en su anhelo
Rasgándose la cortina
Se adivina
El fruto del desvelo
Un ayer amaneciendo
Se escribe como guerrero muerto
Diario de una miseria
Se hace vida de inerte valle
Cruz del destino
Inexistente suerte
Son barcos de adioses
Sin despedidas
T