No me rescates de los campos llanos de la angustia. Me
atraviesa el cerceneo que provocan las miradas ausentes. En mi estómago
sepultado.
He elegido la serpiente que me muerde. Envenenando mis poros sangrantes. Siento mi cara en ojos de bruma. Sacuden las locas ramas mi esqueleto. Frijan mi dulce visión de estatua.
He elegido la serpiente que me muerde. Envenenando mis poros sangrantes. Siento mi cara en ojos de bruma. Sacuden las locas ramas mi esqueleto. Frijan mi dulce visión de estatua.
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