02 noviembre 2018

Dulces visiones

Despierto extraviado en los parajes de la extrañeza
Me hace sombra su día
Luz que pliegas mis pálidas emociones, muestras a mis ojos preñados y abiertos, el iniciático devenir de mis terrenales visiones
Mi bella luz, envuelves los augurios en esferas de cristal; se asoma en tus efluvios el divino despertar
Escucho cantos del faraón mientras desnudas mi piel
Su marchita sinfonía ahuyenta la mancha en la blanca tela del día
Destellan almas que lucen sin escudos entre almas que escupen en mi hombro desnudo
Es mi puro pensamiento quien te divaga. No te escondas alegoría. Ella, mi luz, te delata
Soy efímero
Ave en único vuelo
Austero viaje
Hoy soy pasajero. Tu escuálido prisionero
Te injurié con prosas sobre mi océano de versos. En ese lugar profano ya no me veo
Prometo verter mi agua en tu río, sin esconder mis manos al frío
Irradiarme entre la oscuridad y la belleza, olvidar mi quieta pereza
Juguemos al dulce roce de mejillas alejados del miedo extremo
Se que me miras, sin la envidia con la que yo te dibujo; me admiro en tus profundos ojos de brujo
Vuelvo a sentir entre tus versos mis más lívidos deseos de permanecerte despierto
Anhelo ser la estampa súbita en mis raros vacíos para asirte en tus vertiginosos desafíos

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