20 enero 2019

Voz

Sujetado por la mano de lo extraño pierdes tu voz en mi frontera, desgarrada por las sombras. Aquellas que persiguen el verso en la luz. Demonios cruzando el puente a tu vera.
Sangra tu voz, decapitada en el hueco donde adornan las palabras y muerde el pensamiento. Garganta trémula y seca afilando el frío rocío.

Vislumbras herida mi mundo cercado de niebla, mi río dejándose abrigar por la eterna lluvia. Tapado de armonía. Allí descanso, volteado por melosas golondrinas. Y como ellas, transporto el ocaso en mis vuelos. Muero en la oscuridad de cada día. Ansío encontrar tu voz en sus alas. Batiendo su ternura entre la espídica melodía.

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